Mercurio


Mercurio es una esfera gelatinosa que vibra entre tus dedos, juegas con ella, haces malabares, la recorres por tus labios cuando vilmente tu lengua la roba para voltearla en una humedosa cavidad donde tus dientes la rasgan, surgiendo la ninfa Minte que ríe sobre tus amígdalas mientras es devorada..
Instantes después un aliento fresco irrumpe en tu mente.

Conciencia e ingenio con capas color índigo te llaman con encanto, la comunicación se escapa entre los dedos, nos leemos, nos hablamos, nos pensamos..

El mensaje sobrevuela goteando lo indecible entre tus brazos.


Imagen: Arjan de Weger

Luna en Tauro


Esta Luna se me escurre por el cuello, deslizándose por mi ombligo hasta coronarse divinamente sobre mi glande con una sensualidad sólo digna de Diosas.

Venus tan caliente, la Luna tan fría, regulan mansamente la temperatura a su antojo caprichoso, y sólo espero paciente, minuto tras minuto tu fruta tentadora que exalta mis sentidos, hacerte mía, lamerte, chuparte,morderte, saborearte, gozarte..
 


Imagen: Philip Gladstone

El Sol


Amanece un rayo de sol, cálido, vigoroso, iluminando la última sombra lechosa de la noche anterior, mostrando una huella palpitante en mi corazón, cosquillas en mis arterias, bombeo alegría a raudales y tus pestañas siguen pegadas.

Sonrío.

Escucho tu respiración.

La habitación danza en un mar sosegado al ritmo de estos rayos invencibles que lamen hasta el último rincón de nuestras almas.
Amor, Amor, te habló en susurros hasta que mis palabras se adhieren a tu piel y despierta tu cuerpo,y despiertan mis venas, y despiertan tus labios y despierta mi falo, y despierta victorioso este Sol que nos abraza desde la ventana y nos eleva en la pasión.

Baila el ruiseñor, saltan las flores pues se deleitan nuestros sexos mientras nos recibe gozoso el nuevo día.


Imagen: Scott Siedman

AstroCuento para no dormir - El Doctor


Un día agotador y ya a punto de cerrar la consulta aparece ella, con su abrigo blanco y con zapatos rojos. No ha podido esperar a la semana próxima. Se abrió la Caja de Pandora hace pocos días, salió casi corriendo, sus labios negaban y sus piernas temblaban.
Al llegar a casa se tumbó en el sofá. No se levantó antes de gemir y eclosionar.

A la mañana siguiente se compró los zapatos rojos que estrena hoy. Tienen el tacón muy alto, le falta practica..pero es disciplinada, en nada caminará sobre la calzada como una Diosa.
Ha cambiado de perfume, ya no es tan ligero ni floral, ¿pachulí, quizás?
Me evita la mirada, sus manos gesticulan mucho, está asustada, pero aún así sus zapatos la han llevado hasta mí.
Todavía se resiste, su mandibula está cargada de tensión, habla y habla buscando un hilo de conexión entre sus palabras, para formar una historia creíble de porqué está aquí.

Se miente. Mi anhelo aumenta..

Me levanto distraídamente, le digo que continué, la entretengo con un par de preguntas mientras giro la llave y se hace un silencio que brama en mi espina dorsal, me mirá sorprendida e incapaz de articular palabra, sus piernas se abren, sus manos agarran el bolso, intenta levantarse, pero el vértigo del deseo la mantiene encadenada bajo sus tacones y la obliga a abrir más y más sus muslos..

Ya no tiene salida.
Y lo sabía.


Imagen: Marvel Comics

Luna en Aries


La amo al discutir, al desafiarla, pues mi Luna colisiona con mi Marte fusionando en voces altas que despiertan los vecinos, las paredes tiemblan, las mechas prenden, las sabanas nos ahogan para contraerse y seducirnos en un ritual en el que la cama pelea, sufre y goza.

La Luna se sumerge en el fuego, vaho sofocante que me absorve pues me empujas, desafías, me retas, alimentas y ambos ya sabemos que esta noche promete ser rojo vivo de alto voltaje.
Como tanto nos gusta, mi amor.


Imagen: Philip Gladstone

Los Elementos - El Fuego


El fuego araña tu ingle, sus llamas ondean sobre tu cóccix ascendiendo hasta tu nuca, retorciendo pulsiones que se avivan incontroladamente sobre las comisuras de tus labios, comisuras que se abren palpitando rayos que me atrapan, me queman, ropa que se desploma, cabellos que rugen, sexos que buscan, ligamentos que encuentran, pelvis gimiendo, brasas en mi lengua colándose por tus pupilas, estallidos arropándonos con el corazón de este fuego incombustible que nos arde.


Imagen: Kevin A. William

La Luna


La Luna está escondida sobre tu piel,  protegida por tu bello cuerpo, pero yo quiero encontrarla, quiero sentirla al lamer, succionar y morder tus pezones, aglutinarme de tus lechosas redondeces que alteran mi marea interna.

Déjame mujer buscarla en tu ombligo, déjame que cierre los parpados sobre tu vientre, déjame que abra tu flor que oculta una Luna protuberante, déjame saborear la humedad que envolverá mi verga, déjame sentirte toda entera.

Dejáme que te coma.


Imagen:Wan Shun Chi

Piscis - La Sirenita



Así me llama él.
Y es lo que soy, la reencarnación viva del personaje del cuento, una sirena que sacrifica no vivir en el mar, sacrifica parte de su cuerpo, sacrifica no bucear más ni jugar entre bancos de peces de colores, ni esconderse entre los corales,..pues ya no soy más que ese latido que nos sumerge a todos, ese latido que a veces se escucha en su miembro en mi garganta, ese primer latido en el vientre de nuestra madre, ese latido que hincha mi perla creando oleadas entre mis labios, ese latido que nos da la vida. El Amor.

 La huella que todavía queda es un pequeño océano oculto entre mis muslos.

Soy todas y cada una de las mujeres, pues guardamos el secreto más profundo y misterioso del principio de la vida.


Me pierdo con él, me difumino entre los espejos, ya no reconozco quién es mi reflejo, esa que abre sus labios, con su lengua alrededor, con esa mirada lasciva, ida, con sus pechos aprisionados ante el frío espejo, y que navega por su mente; Fóllame, sí, fóllame..
Es tanta la niebla y la bruma que me rodea que me pierdo y él lo sabe muy bien, le encanta zambullirse en lo más recóndito y alejado de mí, descubrir nuevas profundidades, y me siento incapaz de decir no, pues yo ya no estoy allí..


Mi boca se humedece de la sal de mis lágrimas, un momento trágico mientras bucea por mi angosto pasadizo trasero por primera vez, y aunque por un momento quisé que parará, ví su reflejo en el espejo, tan excitado, tan fuera de sí,que me fuí relajando con sus gemidos orquestados por el mejor de los directores de grandes manos partiendo mis nalgas.
Las corrientes del placer me arrastran embriagadas en un sutil dolor que se viste de susurro con una voz embrujada: Sí, fóllame el culo, no pares..es todo para ti.

 Veo su reflejo con una incipiente sonrisa sádica, y él tampoco está.. envueltos en una densa niebla que nos penetra, una niebla que huele a sal y ruge como el mismo mar.


Imagen: Milo Manara