AstroCuento para no dormir - El Soñador



Hay una mujer que canta todas las noches cerca de mi ventana, pero no consigo verla, se pierde su figura entre la niebla de este infernal verano, aún así intento ubicarla por el repiquetear de sus tacones.

¿A quién cantas con tanta tristeza? ¿Es a mí?

¿Quieres que te encuentre? Lo tengo complicado para salir de aqui. Lo siento. Si pudiera te juro que te arroparía entre mis brazos muy, muy fuerte y te besaría hasta fulminar todo tu dolor.


Despierto a mi compañero pero es que él nunca te escucha,¿Es que sólo cantas para mí? ¿Solo yo puedo oírte? Espera, no te muevas creo ver tu largo y despeinado cabello, eres rubia, ahora lo entiendo, me hipnotizan las rubias, mi primer amor lo fue, de ojos verdes y pecas en la nariz, era una jovencita  que olía a vainilla, se llamaba Amparo...
Siempre guardaba una navaja en el bolso, me robó el poco dinero que tenía, también un reloj Casio de correa de plástico azúl celeste por puro capricho, besaba con una dulzura asombrosa que despistaba, te transportaba pues creías que te besaba una diosa coronada de flores en un día primaveral en los campos elíseos, nunca estuve allí pero suena tan maravilloso, mientras besaba me hurgaba el bolsillo del pantalón, aún así yo la dejaba y también dejé que me linchará su chulo un par de veces por perseguirla, y me robó repetidas veces, pues yo siempre volvía a ella, tan magnética y angelical a la vez..
Casi nunca follábamos, pocas veces, y me daba igual porque lo que yo quería es que me besara y soñar unos instantes..
Su aliento era tan dulce, se confundía con el mío pestilente de alcohol, me inundaba de amor mientras yo enredaba mi dedos en su suave pelo...
Un día desapareció, la busqué infinitas veces,  nunca más la encontré pero aún así seguí buscándola durante mucho tiempo, la busqué en todas las demás mujeres pero ninguna tenía su ángel, y además eran todas teñidas de rubio, como mi mujer, aquello no duro mucho, me llamaba borracho y me insultaba.. Una tarde la sorprendí tintándose el pelo, estaba tan horrible con todo eso pringoso sobre la cabeza, no sé bien que paso, yo no lo recuerdo, solo sé que me volví loco y aquello termino muy mal..pero...le vi algo distinto tirada sobre el suelo, sin vida, dócil y  tan angelical que la besé como nunca porque creí por unos momentos besar a Amparo..
Cómo me gustaban sus tetas pequeñas, a veces tartamudeaba pero a mi eso como otras cosas de ella no me importaban, era perfecta aunque dicen que el amor es ciego.

¿Será por eso que no te veo?



Imagen: Charlotte Lisboa

AstroCita de Cine para Mercurio en Piscis


- ¿Qué pasó con ese chico?
- ¿Con cuál?
-El primero, el chico con el que se fue. ¿No llegarón a hacerlo?
-Si..Claro que lo hicimos.
-Pero le decepcionó.
-Pues no. Y ahí está el problema porque si no me hubiese gustado tanto quizás no estaría donde estoy.. Es que..la primera vez no estábamos muy cómodos.
-Claro, la primera vez nunca es fácil y además no estaba cómoda porque eran los dos muy jóvenes.
- Noo, porque estábamos en los servicios de una gasolinera y no es muy práctico. No sé si usted lo ha intentado.
- No, no..
-Es complicado sobretodo en las autopistas...Fue idea mía hacer dedo porque creía que las historias de amor siempre ocurrían al lado del mar...

Adèle (Vanessa Paradis) en La Chica del Puente.



Las Venus de Fuego - Leo


¡Que he llegado, que ya estoy aquí..! ¿No me veis?! Abrid las ventanas, corred las cortinas, dejad que el Sol me iluminé.
¿Lo veis amor, veis el efecto de poder gravitatorio que tenéis en mí?
 
Derramad sobre mí vuestros rayos blanquecinos. Iluminad el jardín, iluminadlo hasta el último rosal. Corazón ¿Por qué latís tan veloz? ¿Es por éste temblor que se incrementa imparable en una inminente explosión que vencerá el muro y sostendrá en alto mi relamida sonrisa para ser coronada por la mismísima antorcha del monte Olimpo?
Shh, shhh, no respondas, las llamas nos rodean, míralas como resplandecen...
Quémame amor.
Quémalo todo.


Imagen: Felix Mas.

Cuando Neptuno en tránsito hizo parada en el pueblo de los horrores...


Llegó rodando con su orquesta a cuestas y se instaló por largo tiempo en aquel lugar donde los monstruos malditos se refugiaban desde hacía mil, desde que los humanos dejaron de temerlos, al principio se incrementó el número de habitantes pero llego una noche que ya no caían más del cielo, nada, ni un hombre del saco ni un vampiro desorientado, se vieron desterrados deambulando por aquel pueblucho hasta que la orquesta de Neptuno los hizo bailar.

Sonaba la flauta, sonaba el violín, sonaba la guitarra y sonaban gemidos nada diferentes de los humanos en aquel pueblo de los horrores, sonaba la música y soñaban los monstruos, soñaron tanto desde que Neptuno se acomodó allí que cuando se despidió de ellos con un solo de trompeta la decepción del despertar se hizo tan grande que el amor resbaló por los adoquines hasta ser tragado por las alcantarillas.

Cada presencia espectral y monstruosa era un reflejo del otro. Demasiado fea y grotesca. Nadie se atrevió a mirar más allá. Ni a limpiar los cristales. Ni a barrer las aceras.

La única sobreviviente fue la sombra.


Imagen: Ray Caesar.

AstroCita de Cine para Mercurio en Libra

"Mujeres, ¡hum! que puedo decir. Dios debía ser un jodido genio. El pelo, dicen que el pelo lo es todo. ¿Alguna vez has enterrado la nariz en un monte de rizos y has querido dormirte para siempre? Sus labios cuando han tocado los tuyos es como ese primer trago de vino después de haber cruzado el desierto..
Las tetas. ¡buf!, grandes, pequeñas, los pezones mirándote como si fueran reflectores secretos. Y las piernas, no importa si son columnas griegas o vulgares palos de escoba. Lo que hay entre ellas es el pasaporte al cielo. Necesito otra copa".

Frank Slade (Al Pacino) en Esencia de Mujer.



Soy la más delicada de las prostitutas




 Como un lirio soy

precario beso perfumado en medio del paisaje

olisqueando el aire con labios de terciopelo labios como sábanas


nupciales

de seda concubina

ofrenda de sexo abierto



 Tómame

mientras dure el dorado momento

la primavera siempre es ligera

Recuerda que muy pronto

nada quedará de esta fiesta de mediodía

Me sacaré y encogeré

Me convertiré en una enana de circo

y tú en un obeso animal domesticado


Elizabeth Neira



Imagen: Jack Vettriano.