AstroCuento para no dormir - La Ciénaga


Aprovechó disimuladamente en el momento antes de aparecer la tarta nupcial para escapar de aquel hotel, su marido hablaba entusiasmado sobre fútbol con su padrino, era el momento perfecto.
Lo tenía todo calculado, la libertad era una dura y exquisita verga que la esperaba con la cartera llena a unos pocos km.
Había corrido ya casi dos kilómetros por el bosque, alejándose todo lo posible dónde no pudieran encontrarla cuando la noche, las prisas y el anhelo la llevaron de un tropezón hacia una ciénaga.
Sus pies se estacaban en sus profundidades de tacto gelatinoso, las raíces colgantes de los árboles rodeaban su cuello, las plantas flotantes se pegaban a sus muslos, las pirañas rasgaban con violencia su vestido, las ranas saltaban frenéticamente sobre los brazos hacia los pechos y de ahí hacia su cabeza provocando que los complementos del tocado de novia fueran cayendo al agua.
Intentaba caminar bajo aquel lodo pesado, desprenderse en movimientos histéricos del ataque pero entonces las raíces apretaban con más fuerza su cuello, las pirañas la mordían. Quieta el daño era mínimo.Se dio cuenta rápidamente al igual que también se dio cuenta que esa quietud extrañamente no la deseaba.
Aquella ciénaga no la dejaría libre, como tampoco ser rescatada por su marido, pero había que intentarlo, tenía que volver a gozar de aquella hermosa verga y de todo el dinero que habiá sustraido de la cuenta de su esposo, así qué había que mover el cuerpo....
Y así lo hizo.


Se escuchaban voces cada vez más cercanas llamándola pero no se vio con ganas de pedir ayuda, la situación se escapaba de todo control, crujidos de ramas, luces de linternas, gritos y en minutos su marido, su suegra, su padre, el dueño del hotel, y varios invitados la encontraron ante ellos.
Perdida, desnuda, irreconocible, devorada mientras gemía su ultimo éxtasis entre dolor, placer, sangre y abandono. Un éxtasis circular como aquel anillo que estrangulaba su corazón que es lo único que de ella la ciénaga no se comió.


Imagen: Milo Manara.

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Unos 5 años para declararla muerta a efectos oficiales si no aparece el cadáver.

Aprovecho para felicitar al marido por su asombrosa suerte.

Besos.

May Mercurio dijo...


¿Y para la mujer, nada? ¿ni un descanse en paz? (jajjajaaj)
Saludos :)

Mar dijo...

Qué chulo, y con un aire a Lovecraft, así como insano. Me encanta.

Besos.

May Mercurio dijo...

El puntito insano a mí me mola(aunque a veces me diga que no jaja) encontrarmelo en mí, en los demás y verlo en la vida, mientrás no se agrande demasiado genial..

Gracias, un beso preciosa :)